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Del 13 al 17 de noviembre se desarrolló en Johannesburgo, Sudáfrica, con el patrocinio del Consejo Pontificio para la Cultura, el Congreso Mundial y la Asamblea General del COMIUCAP (Conférence Mondiale des Institutions Universitaires Catholiques de Philosophie) sobre el tema “Orden y Desorden en la Era de la(s) Globalización(es)”.

El discurso keynote del Rev.mo Secretario del Dicasterio, Mons. Adoukonou aparece aqui. Para mas dettales visitar el il sitio COMIUCAP

Enseguida el saludo dirigido por parte del Cardenal Presidente del Consejo Pontificio de la Cultura:

Vaticano, 12 de noviembre de 2013

Es un placer dirigir un saludo cordial a los organizadores, a los relatores y a los participantes en la Asamblea General de la COMIUCAP dedicada al tema “Orden y Desorden en la Era de la(s) Globalizazión(es)”, que contará con  la presencia del Secretario del Consejo, S.E. Mons. Barthélemy Adoukonou.

Me ha agradado, particularmente, recordar el encuentro de los Miembros y Consultores del Consejo Pontificio de la Cultura “One People of God Within the Diversity of Cultures” que se llevó a cabo en este mismo Saint Augustine’s College, del 27 al 30 de octubre de 2004, con la presencia de mi predecesor, el Cardenal Paul Poupard.

Los temas de los dos encuentros, a distancia de años y de prospectivas, afrontan el gran desafío de la globalización en el mundo de hoy: como conservar armónicamente unidad y diversidad, identidad local y pertenencia a un mundo siempre más interdependiente y unido a través de las redes sociales, los medios de comunicación, las influencias comerciales y los mercados financieros.

Es un mundo que cambia y que crece, con las tensiones que todo ello comporta. Pero precisamente este mundo nos ofrece posibilidades inéditas de encuentro y de anuncio del Evangelio. Como en el mundo en el cual san Pablo y los primeros apóstoles se aventuraron para llevar la Buena Noticia del Reino, también este mundo globalizado permite que se advierta el augurio del salmo 147: “su mensaje corre veloz”, a través de redes de comunicación y de intercambios entre los hombres.

En este contexto, marcado por la globalización, la Iglesia desea promover la diversidad cultural en la unidad de la fe en Cristo y diseminar una cultura de la diversidad y de la fraternidad. El desarrollo sostenido, indispensable para el futuro del Continente africano, tiene una fundamental dimensión cultural. Por esto, los valores culturales presentes en las tradiciones culturales que sirven a la dignidad de la persona tiene un rol fundamental. En cuanto valores culturales expresan el alma de un pueblo y son promovidos como puntos que animan a la proclamación del Evangelio. La Iglesia posee un rico patrimonio de valores tradicionales que en el curso de los siglos han sido modelados por la fe y puede ofrecer su contributo a los desafíos de la reconciliación y de la paz.

La acción del Espíritu Santo construye la Iglesia como única familia de Dios en la diversidad de las culturas y coloca el Evangelio en el centro de la Pastoral de la cultura y del diálogo con todos los hombres de buena voluntad en sus culturas, especialmente a las que son marcadas por la indiferencia religiosa.

Con estos sentimientos, renuevo mis felicitaciones a los participantes del Convenio, deseando que todos contribuyan a construir la unidad del pueblo de Dios en la diversidad de las culturas del mundo.

Gianfranco Card. Ravasi

Presidente